A
90 AÑOS DE SU PASO A LA ETERNIDAD... 5 DE SUS GRANDES ENSEÑANZAS.
Hugo Flores Del Carpio.
16 de abril 2020.
José
Carlos Mariátegui La Chira nació en el sur del Perú, en la ciudad de Moquegua,
el 14 de junio de 1894. Sus padres, Francisco Javier Mariátegui Requejo y María
Amalia La Chira Ballejos formaron una familia humilde pero destinada a
entregarle al pueblo peruano y a los pueblos del mundo a una de las mentes más
lúcidas en la defensa de sus intereses, en su organización y en la construcción
del socialismo.
Al
recordarse, el 16 de abril, los 90 años de su paso a la eternidad, quisiera
destacar algunas de sus tantas enseñanzas vistas desde una perspectiva
diferente.
LA PRIMERA GRAN ENSEÑANZA:
CONVERTIR
LAS ADVERSIDADES EN TRAMPOLINES PARA ÉXITOS FUTUROS.
Era
el año de 1899 y su madre, sus hermanos y él se van a vivir a la ciudad de
Huacho, al norte de Lima. Estando en Huacho, en 1902, sufre un lamentable
accidente que le afecta la pierna izquierda con una anquilosis que lo aquejaría
durante toda su vida. A consecuencia del accidente se vió obligado a abandonar
sus estudios.
Aquel
suceso fué la primera experiencia fuerte que marcó su vida y que, niño aún,
supo enfrentarlo con una conducta resiliente y con una mentalidad ganadora. El
niño José Carlos Mariátegui, convirtió aquel revés que le tocó vivir en un
verdadero trampolín para su éxito futuro como intelectual y como estudioso de
la realidad de su tiempo.
Al
verse obligado a abandonar sus estudios escolares formales, con la ayuda de su
madre y de su hermana mayor inicia su autoformación a pesar de todas sus
dolencias. Es así, como comienza a nacer el autodidacta y el pensador más
grande de América Latina.
Una adversidad puede ser una gran
oportunidad.
Esa
es la primera gran enseñanza que nos deja José Carlos Mariátegui: saber
enfrentar las adversidades que la vida nos plantea, sin importar la edad, las
circunstancias ni la gravedad del suceso.
En
la vida del ser humano, de las organizaciones y de la lucha social por una vida
mejor, en cualquier momento pueden soplar los vientos en contra. Y pueden
soplar con tanta fuerza que nos podemos creer vencidos, sentirnos
desilusionados, sin energías para resurgir y aceptar la derrota. Más nunca debe
ser así.
Enfrentar
las adversidades con una conducta resiliente y con una mentalidad ganadora,
como lo hizo Mariátegui siendo todavía niño, es convertir esas adversidades en
verdaderos trampolines para los éxitos futuros.
Desde
niño, Mariátegui ya fue formulando su primera gran enseñanza de vida.
LA SEGUNDA GRAN ENSEÑANZA:
AUDACIA PARA CRECER.
Siendo
un adolescente, asume la responsabilidad de contribuir económicamente al
sostenimiento de la familia y, en 1909, a los 14 años de edad, ingresa a trabajar
en el diario La Prensa asumiendo diversos oficios propios de un principiante.
Desarrollando
su trabajo en el diario La Prensa y en el medio periodístico limeño, se va
vertebrando en él su vena periodística y se van alimentando sus deseos de
escribir sus opiniones.
Eran
tan grandes sus deseos de escribir en el diario y la seguridad que tenía en él
mismo y en sus análisis y opiniones que, en el año de 1911, se atrevió, con
audacia y calidad, a publicar en el diario La Prensa un artículo propio sin
tener la autorización debida de los editores, es decir, lo filtró. Al artículo
le puso por nombre "Crónicas madrileñas" y lo publicó con el
seudónimo de "Juan Croniqueur". Cuando los editores se percataron de
ello, le dieron una reprimenda y, al mismo tiempo, no pudieron dejar de
reconocer su gran talento.
Esto
sucedió cuando Mariátegui tenía apenas 16 ó17 años. Su audacia, su talento y su
calidad lo convirtieron dos años después en redactor. Se hizo parte del plantel
de redactores del diario La Prensa y su desarrollo no conoció límites.
En
la vida no todo puede ser solamente conocimientos, capacidad y talento. En el
desarrollo personal, profesional, organizacional y social se requiere también
de una fuerte dosis de audacia.
La audacia es el atrevimiento en el buen
sentido de la palabra.
Audacia
para tomar decisiones, audacia para darse a conocer, para abrir las puertas e
ingresar hasta el lugar que nos corresponde. Audacia para ganar y mantener la
iniciativa y para crear circunstancias favorables.
La
audacia se fortalece y se dimensiona con el conocimiento, con la seguridad en
lo que se cree, con la imaginación y la creatividad y con la seguridad y la
confianza en uno mismo.
José
Carlos Mariátegui, a lo largo de su corta vida, demostró ser una persona
siempre audaz. La audacia debe ser una de las virtudes que todo líder debe
poseer y saber cultivar.
Audacia para crecer.
TERCERA GRAN ENSEÑANZA:
SABER A DONDE IR.
Para
saber a donde ir hay que saberse encontrar. Si logras encontrarte te defines en
la vida. Si te defines, logras mirar con claridad el horizonte y la vida que
tienes que conquistar. Entonces, te haces consciente y te nace la
responsabilidad de actuar.
Luego
de lo que Mariátegui llamó, "su edad de piedra", refiriéndose a su
etapa juvenil sin mayor sentido, comienza a encontrarse con el futuro que
tendrá. Desde 1918, se va inclinando hacia las ideas sociales más avanzadas,
hacia el socialismo, y a estrechar su relación con el movimiento obrero. En
1919, con su amigo César Falcón, funda el diario La Razón, considerado el
primer diario de izquierda del Perú, apoyando desde sus páginas los movimientos
sindicales y estudiantiles de la época. Se enfrenta al nuevo gobierno de Leguia
quien decide expulsarlos, a él y a Falcón, y les quita toda posibilidad de
continuar en el país. La deportación es encubierta bajo un manto de empleo en
Europa. En octubre de1919, Falcón viaja a España y Mariátegui parte a Italia.
Eran
tiempos convulsionados en Europa, marcados fundamentalmente por la primera
guerra mundial que acababan de vivir, el impacto de la revolución bolchevique y
las ideas marxistas que se respiraban como el aire en el proletariado, el
movimiento sindical, estudiantil y social y entre los intelectuales.
En
el seno de los pueblos comenzaban a florecer las organizaciones comunistas.
Mariátegui
se alimentó de todo ello, profundizó sus estudios sobre el marxismo, entabló
relaciones con personalidades y organizaciones comunistas. Nace su proyecto
político y con César Falcón y otros peruanos, Mariátegui funda la primera
célula comunista peruana.
Regresa
a Perú, en 1923, y enseguida se vincula, más estrechamente aún, con el
movimiento obrero, estudiantil, campesino, con los artistas y los intelectuales
progresistas. Dicta charlas y conferencias y desarrolla una nutrida labor
política. Ya estaba definido y el horizonte lo tenía claro.
Mariátegui,
con su vida, nos enseñó a buscar nuestro propósito y nuestro camino en la vida.
Él eligió el propósito más noble y más humano, eligió la lucha por la
construcción de una sociedad mejor, de una sociedad socialista, de una sociedad
comunista. Alcanzar ese propósito, significa abrir el camino que nos lleve
hacia él.
Mariátegui abrió creadoramente ese camino
en el Perú.
CUARTA GRAN ENSEÑANZA:
EL FUTURO SE CONSTRUYE.
Todo
en la vida se construye. Nada sucede ni aparece por arte de magia. El futuro se
construye en el presente. La manera como vivimos el presente es la manera como
retamos al futuro.
Un
presente pasivo, sin preparación, sin ideas, conformista, agotado, cansado
formalista, sin entusiasmo, sin energía y sin acción, por muy buenos proyectos
que se tenga, no conquista nada porque va camino a su extinción.
Mariátegui
nos enseñó a construir el futuro, el futuro de una vida mejor, de una sociedad
socialista, de una sociedad comunista. Cada día de su vida, Mariátegui fue
construyendo ese futuro de una vida mejor para el pueblo peruano. Lo hizo a
pulso, sin desdeñar ninguna área de trabajo, utilizó todos los recursos
sobreponiéndose a su delicado estado de salud. Mariátegui nunca se detuvo en la
construcción del futuro socialista para el pueblo peruano y nos fué dotando de
todas las herramientas necesarias para hacer realidad la causa del pueblo.
Le
dió la mayor importancia a la formación, a la organización y a la lucha
política. Dió charlas y conferencias, organizaba círculos de estudio y grupos
de conversación sobre todos los temas, estrechó al máximo su relación con los
estudiantes, obreros, campesinos, líderes sindicales y políticos y con los
artistas e intelectuales progresistas.
En
1924, transitoriamente, asume el rectorado de la Universidad Popular Gonzáles
Prada y dirige la revista Claridad, órgano de la Federación de Estudiantes del
Perú, y la convierte en órgano de la Federación Obrera Local. Ese mismo año,
luego de la amputación una de sus piernas, escribe para la revista Mundial con
el título de 'Peruanicemos al Perú'. En 1925 funda la editorial Minerva y
publica su primer libro, la Escena Contemporánea. En 1926, da nacimiento a la
histórica revista Amauta, tribuna de "todo lo humano", revista
vanguardista y de orientación socialista.
En
1927, fue apresado por el gobierno de Leguia, la denuncia era un supuesto
complot comunista que Mariátegui se encargó de desmentir. Al año siguiente,
1928, presenta al Perú su libro 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad
Peruana.
En
septiembre de ese año, Mariátegui y otros más instalan la primera célula
socialista del Perú. Y el 7 de octubre de 1928 queda fundado el Partido
Socialista del Perú, que luego tomaría el nombre de Partido Conunista Peruano.
De ésta manera, José Carlos Mariátegui, dota al pueblo peruano del instrumento
fundamental para la lucha revolucionaria por una sociedad socialista. Y
en noviembre, sale a la luz la revista obrera Labor, de edición quincenal.
En
mayo de 1929, funda la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP),
la mayor organización sindical de la clase trabajadora peruana, protagonista de
heroicas jornadas de lucha.
Así
fué construyendo, día a día y sin pausa y sobreponiéndose a su delicado estado
de salud, el futuro socialista del pueblo peruano, porque el futuro se
construye y se construye en el presente.
QUINTA GRAN ENSEÑANZA:
SER UN MAESTRO.
Maestro
es aquel que enseña con su manera de vivir y abre nuevos caminos para una vida
mejor. Mariátegui fue un maestro genial. Su vida fué una gran escuela de
formación social y política y un formidable ejemplo de superación personal.
Nació en condiciones humildes, le faltó la presencia del padre, su salud se vió
afectada desde los 8 años de edad, a los 14 ya estaba trabajando y la vida le
otorgó solo 35 años para vivirla, tiempo suficiente para elevarse a lo más alto
del pensamiento latinoamericano.
Al
maestro Mariátegui, el calificativo de "Amauta" que su pueblo le
otorgó, parece que los Incas lo pensaron para él.
ALGO MÁS.
José
Carlos Mariátegui pasó a la eternidad el 16 de abril de 1930, cuando apenas
tenía 35 años y ya le había dado tanto a la construcción del comunismo en
América Latina.
La
revista Amauta, al morir Mariátegui, nos dice "a muerto José Carlos
Mariátegui, el más grande cerebro de América Latina ha dejado para siempre de
pensar".
Según
Michael Lowy, sociólogo y filósofo marxista franco-brasileño, Mariátegui es
"el pensador marxista más vigoroso y original que América Latina haya
conocido" y lo reconoce como el primer marxista de América Latina.
El
filósofo argentino Pablo Feinmann, lo califica como el "más grande
filósofo marxista de Latinoamérica".
Mariátegui
dijo "mi vida es como una flecha que tiene que llegar a su
destino"... y llegará, porque las nuevas generaciones lo lograrán.
¡Mariátegui
nació para nunca morir!
HFDC - PERU
16.04.20
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Nasce preocupado com os caminhos do proletariado em geral, porém, especialmente, com o brasileiro