quarta-feira, 8 de abril de 2020

Estallido social, más cacerolazos a la vista * Camilo Katari - Bolivia

Estallido social, más cacerolazos a la vista



Camilo Katari

Como era de prever tras la nula gestión de medidas de salubridad, carencia de una estrategia de salud para frenar la aparición de casos de la pandemia y encima una pésima medida para la distribución de la llamada “canasta familiar”, que únicamente cobrarán las personas que reciben la renta dignidad, las madres que se benefician con el bono Juana Azurduy y las personas con discapacidad.
Ya se vieron señales de un estallido social cuando decenas de vecinos del Distrito 15 en Cochabamba, marcharon con cacerolas para exigir que sean incluidos en ese bono “canasta familiar”. Las expresiones se dejaron sentir con sus protestas que decían: "Nos parece una discriminación. ¿Qué vamos a hacer los que no tenemos bonos y también los que vivimos del día a día?”
Lo más curioso es que en el mismo territorio de la presidenta de facto, en el Beni, ya se vieron manifestaciones de descontento por esas medidas que no abarcan a la población que ya no tiene recursos, una marcha de protesta rebasó incluso el control militar y policial.
Centenares de vecinos en Riberalta salieron a las calles a hacerse escuchar. Es más, aprehendieron a cuatro personas, entre ellas la presidenta de la Federación de Juntas Vecinales de Riberalta, por instigar a movilizaciones durante la cuarentena en Beni.
Pero ese es el principio del estallido social, porque existen otros sectores que desaprueban las acciones gubernamentales y en los próximos días se sumarán a la consigna de hacer “cacerolazos desde la ventana” o desde el patio de las casas para “reclamar que las autoridades adopten un plan para que llegue a la población más vulnerable”.
La convocatoria comenzó a crecer hasta en las redes sociales con distintas frases de protesta. “Únete por ellos, por más que aún tengas recursos, por más que seas beneficiado con los bonos. Este pedido de una canasta familiar es para todo aquel que en realidad lo necesite, previo un estudio real”, señala.
Otros, más radicales, ya han lanzado mensajes exigiendo la renuncia de la autonombrada gobernante, argumentando que no actúa bien, lanza medidas improvisadas, no tiene un plan, ni a tiempo contra el control del coronavirus.
En algunos sitos del país arrancó el pago de llamado bono obligando a miles de pobladores a exponerse al riesgo, sobre todo al sector de la tercera edad, que están en el grupo de mayor riesgo de contagio de la Covid-19 y que en algunos casos, madruga desde las 4 para hacer largas colas.
En el horizonte histórico que el pueblo se ha trazado, no se debe suponer que fácilmente ellos podrán “resistir” –contra el Covid-19-, pero también a esta medida económica porque definitivamente no les llega porque está destinada únicamente para algunos sectores.
Es el pueblo que ya ha resistido a numerosos embates de quienes jugaron con su esperanza de vivir dignamente, pero también ha aprendido que los ciudadanos de a pie pueden cambiar las políticas gubernamentales y que desde el 2003 nos ha demostrado que se puede echar a gobiernos que no escuchan las demandas populares.
El impulso y la fuerza popular, tienen ahora un nuevo desafío, recuperar la energía social que toma en sus manos su destino. Por ello, la organización popular debe ir más allá de pensar en las elecciones, que ahora toma pie hasta lograr que sus demandas lleguen a todos y todas, lo demás vendrá, sabemos, porque estamos a las puertas de un nuevo tiempo.


*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino

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Nasce preocupado com os caminhos do proletariado em geral, porém, especialmente, com o brasileiro