sexta-feira, 30 de julho de 2021

BASTA DE LA DICTADURA DEL TERRORISMO * JOSERMANO/COL

 BASTA DE LA DICTADURA DEL TERRORISMO

JOSERMANO/COL


“Rio revuelto, ganancia de pescadores” sabia y vieja frase de nuestros viejos que poco recordamos o ponemos en su real dimension. Dejemos un primer asunto en claro: el terrorismo solo sirve a los que pretenden controlar a las masas, es decir a los poderosos de cualquier calaña, no le sirve al pueblo que cede y sublima su poder a los que considera sus lideres o machos alfa.


El terrorismo sistematico como mecanismo de control ha sido usado por los violentos desde la noche de los tiempos, la civilizacion nacio como una apuesta para proteger a la tribu de la violencia propia de la manada y en especial de otras manadas, el desarrollo de la corteza cerebral obro en el mismo sentido, 900 gramos adicionales de cerebro desarrollados por la especie humana y que nos distinguen del mamifero mas inmediato, el mono, sirven para discernir impresiones, controlar los impulsos y mejorar habilidades de transformacion, es decir para potenciar capacidades personales y sociales que aumenten las posibilidades de supervivencia como especie.


Nuestro futuro natural evolutivo deberia ser la convivencia pacifica, justa y equitativa, pero para ello debemos superar las taras y lacras de nuestros anteriores estadios evolutivos, que se encuentra resumida en la pequeña amigdala cerebral, pero que nos ha garantizado y nos sigue garantizado la supervivencia emergente por encima de cualquier prerrogativa racional, eso evita que haya una masiva ola de suicidios por depresion en un mundo absurdo que permite y alienta la muerte con tal de mantener los privilegios de una elite enferma, Thanatos se impone a Eros.




Son estas taras violentas de la manada que magnificadas rompen los sensores existenciales para lograr que la minima amigdala: la pasion y el odio, se impongan como dictadura sobre los cientos de miles de años de evolucion de la corteza integradora y cumplen los mismos objetivos que en esa oscura epoca: mantener el orden establecido por el macho alfa garantizado la unidad primaria de la manada en aras de sobrevivir a los ataques depredadores del entorno.


Pero resulta que gracias a la civilizacion global y a los controles multilaterales establecidos despues de las grandes guerras ese escenario cambio radicalmente, ya nadie pretende atacar a otro pais para robarle la provision de comida, las mujeres y las herramientas, o si? Los unicos paises del mundo que han mostrado esa tendencia antisocial no representan ni el 2% del concierto mundial, esto es EEUU, UK e Israel, el resto ha firmado todos los tratados propuestos en la posguerra, solo ellos ejercen ocupacion violenta y sostenida de otros estados o pueblos cometiendo genocidios que el mundo civilizado no puede controlar.Y si bien hay conflictos armados en algunas partes del mundo son el general promovidos por intereses multinacionales y de hegemonia total de estos mismos paises, intereses que provocaron las guerras mundiales y cuyos fines solo han sido aplazados ante la presion internacional de las victimas.


Los paises de Nuestramerica, considerada patio trasero de los EEUU estan inmersos en esa dinamica hegemonica que pretende continuar imponiendo la tirania de un orden financiero y geopolitico basado en el petro dólar. Los EEUU se autoproclaman “Macho alfa” y necesitan del terror para mantener su retrogrado equilibrio, nos venden una vision violenta absurda del mundo en el que las armas son imprecindibles para mantener la paz.


Preguntemonos si nosotros, ciudadanos de a pie, tenemos algun impulso real por meternos a robar la provision de comida, mujeres o herramientas de algun pais vecino o si creemos que algun ecuatoriano tiene esas malas intenciones contra sus vecinos de Colombia o Peru, la respuesta es evidente, por lo que la mayoria de argumentos de la guerra son falsedades para justificar el enorme gasto militar que debilita la inversion de los paises en la garantia de derechos a la educacion que nos fortaleceria como nacion o en la salud, es evidente que son otros los que nos quieren brutos, enfermos y debiles para mantenernos como esclavos, para que estemos dispuestos a perder nuestra dignidad con tal de sobrevivir.




Pero para que aceptemos sus absurdos argumentos guerreristas necesitan que no pensemos creativamente, y la manera mas efectiva para ello es mantenernos asustados, es imponer el miedo desde el terror mediatico, es crear permanentemente shows que nos refuercen el imaginario de vulnerabilidad, de vecinos enemigos y de terroristas en las puertas de nuestras casas, cuando en realidad los verdaderos terroristas son ellos, con su industria del cine, de las noticias manipuladas, de las mentiras mil veces repetidas, ellos son los unicos que han sido capaces de lanzar bombas genocidamente sobre la poblacion civil en Hiroshima, Nagasaki o Vietnam, destruidas totalmente con sus niños, mujeres, ancianos, animales, mas de 6 millones de asesinatos instantaneos.


Solo a ellos les puede convenir el terrorismo, como mecanismo de manipulacion social, nosotros los pueblos no podemos caer en esa trampa, ninguna guerra a la que nos quieran empujar, debemos aumentar y perfeccionar los mecanismos de encuentro, de dialogo, de consensos, pero tambien de autodefensa critica ante las enormes y agresivas campañas para sembrar terror, desconfianza, desunion, que mantiene este imperio criminal, el unico con cientos de bases militares de guerra y que poco le importa matar a un presidente electo democraticamente en Haiti con tal de intervenir un pais y ganar una posicion estrategica militar ante una eventual tercera guerra contra los cada vez mas fuertes paises que disputan su hegemonia: los BRICS  y los paises no alineados.


Ellos necesitan su terrorismo por eso ninguna cadena de medios u organismo internacional, dira nada  contundente contra el gobierno uribista de Duque, aquel que acusa a otros de terroristas pero que abandona a la mayoria de su pueblo empobrecido y masacra a los que protesten contra ese abandono, pero si contra Cuba o Venezuela, que no tienen bases militares gringas, que hacen respetar su soberania y sus patrimonios,  que han salvado la dignidad de sus pueblos garantizando un minimo plato de comida y los derechos a la educacion, salud y seguridad publica, no diran que no ha sido en ninguno de esos paises donde hay casi 10 millones viviendo fuera, 10 millones mas de denuncias por violencia estatal como en Colombia; son sesgados a favor de quienes los crearon y los financian.


Poco hablan del paramilitarismo como un terrorismo que se expande como pandemia por toda America y el mundo, fue protagonista desde el nacimiento de EEUU, el filibustero Walker no era otra cosa, o las bandas en Africa para robarse el oro, los diamantes, el coltan, etc., los que formaron las CONVIVIR con asesoria israeli en Colombia, las bandas de narcos para marcar territorios abandonados planificada y perversamente por el Estado, todo confluye en la creacion de un orden criminal del mundo con tal de mantener privilegios anacronicos aunque nos cuesten la felicidad, el amor, el bienestar y la vida a millones, la dictadura del 1% sobre el resto de nosotros, cada vez mas insoportable y menos invisible, que debemos superar para que por fin EROS triunfe sobre thanatos, el amor solidario y conciente sobre el odio y el miedo irracional, para que venza la civilizacion sobre la barbarie, venceremos los humildes.


Josermano / Col

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domingo, 25 de julho de 2021

Hoje são livres os que resistem * Marcio Sotelo Felippe

HOJE SÃO LIVRES OS QUE RESISTEM

MARCIO SOTELO FELIPPE 

Em um artigo publicado em 1944, A república do silêncio, Sartre escreveu que os franceses nunca foram tão livres quanto no tempo da ocupação alemã. Um chocante e brilhante paradoxo que só a grande Filosofia, como exercício de pensar fora do senso comum, é capaz de produzir. Por que os franceses eram livres se todos os direitos haviam sido aniquilados pelos alemães e não havia qualquer liberdade de expressão? Como se podia ser livre sob a cerrada opressão do invasor que fiscalizava os gestos mais triviais do cotidiano? Porque, dizia Sartre, cada gesto era um compromisso. A resistência significava uma escolha e, pois, um exercício de liberdade. Significava não renunciar à construção de sua própria existência quando os invasores queriam moldá-la, reduzindo-a a objeto passivo e sem forma.


Em linguagem retórica e poética Rosa de Luxemburgo disse algo semelhante: quem não se movimenta não percebe as correntes que o aprisionam.


Sartre era existencialista: a existência precede a essência. Isto significa que não há algo anterior à existência que impeça um ser humano de tomar livremente as decisões que construirão o seu futuro. Isto dá ao humano a plena imputabilidade pelos seus atos. O que ele faz da sua existência é culpa ou mérito exclusivamente seu. O que ela é hoje resulta de decisões que tomou no passado, e o que será resultará das decisões que toma no presente.


A experiência francesa durante a ocupação alemã guarda certa similitude com o Brasil de hoje. Na França parte da sociedade (muito maior do que os franceses gostam de admitir) foi complacente ou colaborou com o invasor que massacrava seu povo e aniquilava os mais elementares direitos dos franceses. Hoje, parte da sociedade brasileira assiste inerte, é complacente, apoia ou apoiou usurpadores que vão reduzindo a pó o pouco de direitos e garantias de um povo já miserável.


Na França colaborava-se por ser fascista ou filofascista. Por egoísmo social. Por ressentimento. Por ódio de classe. Para pequenas vinganças privadas, para atingir um inimigo pessoal. Colaborava-se por ausência de qualquer sentimento de solidariedade social. A colaboração com o invasor desvelava a mais baixa extração moral. Quanto a nós, tomo como paradigma uma cena do cotidiano que presenciei dia desses. Duas mulheres ao meu lado conversavam. Uma disse que seu filho de 13 anos era fã do Bolsonaro. A outra, algo espantada, faz uma crítica sutil, perguntando se ela não conversava com o filho sobre política. A resposta: “acho bonito que meu filho seja politizado nessa idade”. Com isto, quis dizer que não importava de que modo seu filho estava precocemente se politizando.


Pode-se razoavelmente supor que ela, mulher, ignore que Bolsonaro disse que há mulheres que merecem ser estupradas? Que saudou, diante de todo país, em rede nacional de televisão, o mais célebre torturador da ditadura militar? Que declarou que prefere o filho morto se ele for homossexual? Como ignorar isso tudo é altamente improvável, porque seria supor que tal mulher vive em uma bolha impenetrável em plena era das redes sociais, podemos concluir, com Sartre, que escolheu o sórdido para si e para seu filho. O que resultará dessa escolha não poderá ser imputado a Deus, ao destino, aos fatos da natureza ou a qualquer fórmula vaga e estúpida do tipo “a vida é assim”, mas a ela mesma e a seus pares brancos de classe média que tem atitudes semelhantes.


Do mesmo modo como a parcela colaboracionista da sociedade francesa escolheu a opressão do invasor estrangeiro, parcela da sociedade brasileira escolheu o retrocesso, o obscurantismo e a selvageria.


Foi em massa às ruas em nome do combate à corrupção apoiando um processo político liderado por notórios corruptos.


Regozija-se com o câncer e com o AVC do adversário politico, demonstrando completa ausência de qualquer traço de fraternidade e respeito ao próximo.


Suas agruras e dificuldades econômicas e sociais transformam-se em ódio justamente contra os excluídos e em apoio às ricas oligarquias que controlam a vida política do país (das quais julgam-se espelhos), a fórmula clássica do fascismo.


Permanece indiferente, omissa ou dá franco apoio ao aniquilamento de direitos, ao fim, na prática, da aposentadoria para milhões de brasileiros, à eliminação dos direitos trabalhistas, à entrega do patrimônio nacional a grandes empresas estrangeiras.


Seu ódio transforma em esgoto as redes sociais.


Não há como prever o que acontecerá a esta sociedade. Uma convulsão social poderá desalojar os usurpadores do poder, ou poderemos seguir para o cadafalso como povo. A História sempre é prenhe de surpresas. O que é certo, no entanto, tomando a frase de Sartre, é que somente poderão dizer no futuro que foram livres, no Brasil pós-golpe de 2016, os que agora estão se comprometendo e resistindo. É uma trágica liberdade de tempos sombrios, mas se nos foi dado viver neste tempo, que vivamos com a dignidade que somente os seres livres podem ostentar.


Hoje são livres os que resistem.


Márcio Sotelo Felippe é pós-graduado em Filosofia e Teoria Geral do Direito pela Universidade de São Paulo. Procurador do Estado, exerceu o cargo de Procurador-Geral do Estado de 1995 a 2000. Membro da Comissão da Verdade da OAB Federal.


sábado, 24 de julho de 2021

Braço forte email amigo * Rafael Moro Martins - Editor Contribuinte Sênior - THE INTERCEPT_Brasil

 Braço forte, e-mail amigo

Os militares se aprontam para a eleição do ano que vem.


Um alto oficial do Exército mandou que fosse distribuído esta semana um questionário elaborado por três instituições privadas e que servirá para "criar condições objetivas para o Brasil proporcionar um futuro de justiça e felicidade ao povo brasileiro". O e-mail, enviado por um coronel a pedido do general Valério Stumpf Trindade, comandante militar do Sul,  encaminha uma pesquisa de algo chamado de "Projeto Nação". 


Sim, é exatamente o que você pensou: uma espécie de plano de governo para o país, elaborado com a colaboração de militares da ativa por institutos privados que pertencem, também, a militares. Ele nasceu das mentes de um militar de extrema direita chamado Luiz Eduardo Rocha Paiva e de uma figura da várzea política chamada Thomas Korontai.


Korontai vive em Curitiba,  já tentou ser candidato a presidente da República em 2018 (mesmo sem ter um partido legalmente registrado) prometendo extinguir o MEC, encabeça um tal Instituto Federalista e espalha fake news sobre o voto eletrônico no Brasil e a fraude inventada eleitoral por Donald Trump nos EUA aos poucos seguidores que possui nas redes sociais.


Mas o nonsense se revestiu de alguma seriedade quando foi abraçado pelo Instituto Villas Bôas, criado pelo general Eduardo Villas Bôas, ex-comandante geral do Exército, autor do tweet que ameaçou o Supremo Tribunal Federal na véspera do julgamento de um habeas corpus de Lula, em 2016. Jair Bolsonaro já disse que foi Villas Bôas quem o elegeu presidente em 2018. 


O site do Instituto Federalista dá uma pista da entrada de Villas Bôas na jogada: "Através do Instituto Sagres, tivemos conhecimento [de] que o general Villas Boas, ex-comandante do Exército, sentia a necessidade e trabalhava no sentido de criar um instituto [e] que entre suas finalidades estava a elaboração do referido projeto. Assim, as três entidades uniram-se com o objetivo de elaborar um projeto de nação para o Brasil".

 


Os militares e seus negócios

O Instituto Sagres é uma empresa fundada por militares da reserva para ganhar dinheiro em Brasília. Uma entre várias, como, por exemplo, o Instituto Força Brasil, investigado no inquérito das fake news e, desde a quinta passada, suspeito de participar de negociatas na compra de vacinas pelo governo Bolsonaro. 


O Sagres diz fazer "pesquisas em política e gestão estratégica" e formalmente é uma organização da sociedade civil de interesse público, o que lhe garante inúmeras benesses tributárias. Na prática, faz lobby – produziu publicações patrocinadas pela Associação Brasileira de Relações Institucionais e Governamentais – e vende enigmáticos serviços de consultoria a órgãos públicos, majoritariamente. Também já andou enroscado na operação Satiagraha, que prendeu o banqueiro Daniel Dantas.


Tem também ligações partidárias com a extrema direita: um ex-presidente (e atualmente membro do conselho consultivo) coordenou a bancada legislativa do PSL no Rio Grande do Sul e aventou uma candidatura a prefeito no interior do estado. Mas quem interessa para nossa história é o "diretor de geopolítica e conflitos": o general da reserva Luiz Eduardo Rocha Paiva.


Fã do torturador Brilhante Ustra, Rocha Paiva é dado a chiliques golpistas. No mais recente, de 8 de março passado, afirmou em texto reproduzido pelo Clube Militar que "aproxima-se o ponto de ruptura" após a decisão do ministro do Supremo Tribunal Federal Edson Fachin que retirou da Justiça Federal de Curitiba os processos contra Lula, "uma criatura deplorável".


É justamente Rocha Paiva o responsável pela "Concepção do Projeto Nação", expressa num PowerPoint de causar inveja a Deltan Dallagnol e disponível no site do Sagres. O documento de 11 páginas é um amontado de platitudes que não se aprofunda em coisa nenhuma, mas deixa entrever temas caros à extrema direita. Na projeção otimista, produzirá uma conclusão em fins de 2021, a tempo, portanto, de alimentar uma candidatura presidencial – ou ser vendida a algum incauto (como o governo). 


É para municiar tal conclusão que servirá a pesquisa distribuída por ordem do general Stumpf. E tão ou mais importante que ela é o uso de um canal oficial e do prestígio do Exército para dar propulsão a um negócio que deveria ser privado e correr fora do ambiente da caserna.



Eu telefonei ao coronel Brisolla, o autor do e-mail, para lhe perguntar a respeito. Ele se mostrou contrariado ao saber que o e-mail havia vazado. "Só mandamos para aqueles que são da nossa rede de colaboradores". Mas acabou falando – talvez até demais.


"[A pesquisa] É para formação de um cenário prospectivo, que vai dar condições para ajudar o público privado e a área pública. Trabalhamos no Exército com planejamento estratégico. Esse instituto [Sagres] quem compôs são militares. E [também o instituto] do general Villas Bôas. A gente tem ligação com esses institutos que trabalham com gestão política e administração".


Brisolla foi adiante: "Planejamento é para a nação, não para partido político. Somos totalmente contra a política, políticos. Não temos viés ideológico", garantiu-me, deixando claro qual o viés ideológico e o futuro – nada democrático – que imagina para a nação.


Valério Stumpf Trindade é um general de quatro estrelas que nasceu e fez boa parte da carreira no Sul do país – ou no Terceiro Reich, jargão interno usado para se referir a militares do Terceiro Exército, atual Comando Militar do Sul. É tido como sujeito extremamente conservador. E, como veremos, leal a suas raízes.


O Rio Grande do Sul é um estado onde o Exército sempre teve presença marcante, em tamanho e influência, por causa da fronteira porosa com Uruguai e Argentina. Não à toa, é terra natal dos ditadores Emílio Garrastazu Médici, Artur da Costa e Silva e Ernesto Geisel. Também são gaúchos Eduardo Villas Bôas e outro personagem importante nesse quebra-cabeças, Sérgio Etchegoyen.


Etchegoyen é amigo de infância de Villas Bôas (ambos nasceram em Cruz Alta), de quem se tornou uma espécie de guarda-costas após vê-lo acometido pela triste doença degenerativa que hoje o faz dependente de um respirador artificial. Foi também responsável por revisar e sugerir alterações no livro-entrevista em que Villas Bôas narrou suas memórias.


Além disso, Etchegoyen era chefe do estado-maior do Exército (espécie de número dois da força) quando foi um dos fiadores da derrubada de Dilma Rousseff – por quem passou a nutrir profundo rancor após a inclusão do nome do pai dele no relatório da Comissão Nacional da Verdade – e do governo tampão de Michel Temer. Deixou o posto para assumir o Gabinete de Segurança Institucional, o GSI, recriado por Temer. E em dado momento chamou, para ser seu secretário-executivo, o general Stumpf.


Etchegoyen e Villas Bôas são dois dos pontas de lança do movimento que abraçou o capitão reformado Jair Bolsonaro, dono de uma lamentável ficha funcional na força, para recolocar o Exército na política brasileira. Outro é Augusto Heleno, atual titular do GSI, onde Villas Bôas tem cargo de assessor especial. Tudo em casa.


O governo dos militares deu no que estamos vendo: 540 mil mortes por covid-19, boa parte delas evitável, graças à combinação de burrice, teorias da conspiração, negação da ciência, defesa de tratamentos sem eficácia nenhuma e suspeitas em série de corrupção na compra de vacinas, com uma penca de coronéis – e talvez um general – envolvidos. Mas o e-mail descabido e desavergonhado do general Stumpf indica que o buraco em que atiraram o país aparentemente não fez os militares recuarem de seu projeto político ou os tornou mais zelosos da separação desejável entre negócios públicos e privados. Muito pelo contrário.


Enviei perguntas ao comando-geral do Exército sobre o uso da ascendência e do prestígio da corporação para um projeto político dos institutos privados. Não houve resposta até a hora de enviarmos essa newsletter.



Rafael Moro Martins

Editor Contribuinte Sênior - THE INTERCEPT_Brasil


sexta-feira, 23 de julho de 2021

UMA PONTE PARA O FUTURO * Rubens R. Sawaya

UMA PONTE PARA O FUTURO:

a criação de uma nação estruturalmente pobre
Rubens R. Sawaya / Jornal dos Economistas

Michel teria dito em uma de suas declarações que Dilma caiu porque não aceitou realizar o programa Uma Ponte para o Futuro, publicado em outubro de 2015, de autoria de Roberto Brant em colaboração com Marcos Lisboa (Folha de São Paulo, 22/03/2016). Lisboa declarou: “é um documento que enfrenta os problemas. Normalmente, fala-se muito em manter direitos e, magicamente, resolver os problemas. Nunca se sabe bem quem vai pagar a conta. No documento, é a primeira vez que se enfrentam os problemas e se diz ‘todos teremos de arcar com sacrifícios’” (Re- vista Época, 25/04/2016). Samuel Pessoa, embora afirme não ter participado diretamente da redação, afirmou que a Ponte para o Futuro produz um pacote de medidas que “administra o nosso conflito distributivo de forma civilizada”, e completa: “a Ponte para o Futuro é um encaminhamento tecnica- mente correto para esse problema” (Jornal Valor, 20/05/2016). Ou- tro importante apoiador foi Armínio Fraga, ao apontar que “o programa ‘Uma ponte para o futuro’ é um bom roteiro, precisa agora ser executado” (O Estado de São Paulo, 03/05/2016). Apesar des- se grupo de mentores do projeto, Joaquim Levy declarou seu to- tal apoio, aprovou a lei do teto de gastos (12/2015) e realizou radical corte de gastos, um ajuste fiscal que provocou uma queda de 3,5% no PIB naquele ano.
O programa Uma Ponte para o Futuro defendia a “obtenção de um superávit primário capaz de cobrir as despesas de juros” (p.13), portanto cortar todas as despesas sociais, administrativas e outras operacionais para gerar superávit a fim de garantir o pagamento de juros ao rentismo. Prometia “uma grande virada institucional e a garantia da sustentabilidade fiscal, que afetarão positivamente as expectativas dos agentes econômicos” (p.16). Imaginava que, com isso, promoveria o crescimento econômico “sustentável”, criando um “ambiente de negócios favorável” para “viabilizar a participação mais efetiva e predominante do se- tor privado” (p.17). Qualquer semelhança com o discurso do atual ministro da Economia não é mera coincidência. Ele está implantando exatamente o mesmo projeto, em continuidade ao governo Te- mer e a Joaquim Levy.

O projeto desmonta as estruturas de Estado que permitem o desenvolvimento capitalista (va- le enfatizar o termo) no Brasil e a realização de políticas sociais em garantia mínima de distribuição de riqueza aos menos favoreci- dos, mais da metade da população brasileira, que hoje vive em insegurança alimentar no país que se orgulha de ser o maior exportador de alimentos para o mundo.

É fácil demonstrar os números do fracasso da proposta. E não é culpa da pandemia. A taxa de desemprego no final de 2019 já esta- va próxima dos 13% (hoje é superior a 14%). A dívida pública bruta como proporção do PIB, que era cerca de 50% em 2014, com a po- lítica de ajuste fiscal, chegou a qua- se 90% no fim de 2019 e hoje está em torno de 100% (pelo método antigo). O PIB acumula uma que- da de 6,7% em 2020 contra 2014, comparação que já era negativa em 2019, antes da pandemia. Em ter- mos de conjuntura macroeconômica, Uma Ponte para o Futuro foi um desastre, e continua sendo com Guedes, que lhe dá prosseguimento com apoio dos “mercados”.

Se os resultados demonstram a destruição da estrutura produtiva brasileira e o caos social, as reformas estruturais que acompanham o projeto vêm se tornando leis para proibir mudanças futuras. As leis visam a impedir que o Esta- do faça políticas sociais distributivas e políticas econômicas para o crescimento. Isso sem mencionar a proposta explícita no Programa de facilitar e diminuir os controles burocráticos que atrapalham o licenciamento ambiental (p.19), le- vadas a cabo no atual governo.

A política de teto de gastos de 12/2015 visa a impedir legalmente o Estado, nos próximos 20 anos, de fazer política fiscal e investimentos em infraestrutura em setores básicos da economia, mesmo nos setores que não interessam ao capital privado. A independência para o Banco Central – que também constava no Programa – completa o pacote ao impedir o Estado de realizar políticas monetárias de incentivo ao crescimento. Ao Ban- co Central só é permitido administrar a taxa de juros – gasto não restringido pela política do teto – em favor do capital rentista, sob a justificativa de combate à inflação, sempre suposta de demanda mesmo que esta seja de custos, sob o pretexto de garantir a confiança.

O ajuste fiscal, na tentativa de garantir o teto, justifica a privatização do resto de estatais que sobrou da onda de privatizações da década de 1990. A venda fatiada da Petrobras inviabiliza que a economia se beneficie do efeito dinâmico do setor, dos investimentos envolvidos, na engenharia pesada, na produção de derivados, em to- da a cadeia de valor produtiva que poderia ser desenvolvida em torno da empresa. Além disso, ago- ra paga-se o combustível em dó- lar, dado que não é mais nacional, elevando os cursos internos para todos os setores e a inflação. A venda da Eletrobrás completa o pacote de desmonte. Entrega à lógica privada um setor estratégico para o crescimento. Também se pagará a energia elétrica em dólares, mesmo que seja produzida pe- la água nacional, combustível hídrico que será privatizado.

O impacto da lei do teto sobre as políticas sociais é mais grave. Já estava na proposta da Ponte Para o Futuro de “acabar com as vinculações institucionais com saúde e educação” (p.9) e de desvincular o salário mínimo da inflação (p.10), política levada às últimas consequências no governo atual.

A reforma previdenciária gera, no médio e longo prazo, o empobrecimento das faixas mais vulneráveis da população. Realizada em conjunto com a reforma trabalhista de “uberização” das relações de trabalho, formaliza o trabalho precário. Além disso, eleva o déficit da Previdência ao acabar com a própria fonte de recursos para as aposentadorias, que eram pagas pelos próprios trabalhadores em regime de repartição.

Está ainda em curso a reforma administrativa. Permitirá a dissolução da estrutura da burocracia de Estado que garante base técnica e cientifica para suas ações – em parte freia a loucura dos governantes de momento. Subordina assim a substituição de cargos técnicos a indicações políticas. Permitirá um total aparelhamento do Estado pela indicação política a cargos-chave. Marcará a desestruturação final do Estado.

Para o total desmonte da capacidade de ação do Estado, resta ainda a reforma tributária. Proposta sob o argumento de “simplificar a vida das empresas”, não vai ao âmago do problema, que é uma carga fiscal extremamente regressiva, que recai sobre os mais pobres, que pagam mais impostos indiretos. Além disso, impedirá o Esta- do de fazer política fiscal tributária a fim de incentivar setores específicos da economia em qualquer estratégia de crescimento.

A destruição do Estado brasileiro é radical, afetando sua capa-

como estava na Ponte para o Futuro, e o Brasil teria uma “chuva” de investimentos estrangeiros que “colocaria o país na rota de crescimento”, como propagandeia o atual ministro.

Mais grave, os defensores do Programa apontam que a taxa de “crescimento sustentável” (não inflacionário nos cânones ortodoxos) seria de 2,5% a 3%, percentuais que tornam impossível a diminuição da taxa de desemprego, não levando em conta que, no capitalismo, o emprego é a forma de inserção social e distribuição de renda. Talvez não seja mesmo esse o objetivo, co- mo revelado em 2015 pela afirmação dos mentores da Ponte para o Futuro, ao afirmarem que a taxa de desemprego, em torno de 6%, esta- ria muito baixa em 2014.

O país caminha para se tornar “pária do mundo”, um grande fazendão primário-exportador com sua população vivendo na mais absoluta miséria, estruturalmente pobre. Anos após a Ponte, já é possível afirmar que as reformas atuam como o “tratamento precoce”, sob o argumento de que, resolvendo-se a questão fiscal, o cresci- mento viria da forma automática. Esse remédio, sem comprovação histórica, cheio de efeito colaterais às instituições (destrói o Estado), resultou em 14,7 milhões de desempregados, 33 milhões de desalentados e 60% da população com insegurança alimentar.

sexta-feira, 16 de julho de 2021

Apesar de Daniel, Sandino vive * Observatório Proletários / BR

APESAR DE DANIEL, SANDINO VIVE

Nossa Pátria Grande, latino-americana e caribenha, tem uma natureza épica. De infinitas formas lutou e ainda luta pela sua independência definitiva e pela sua autodeterminação. Assim é nossa trajetória desde que chegou o primeiro invasor da Europa imperial. Sempre se lutou, sempre se perdeu e sempre se venceu. A palavra resistência é o selo de uma civilização que está ao sul do maior e mais violento império da história da humanidade. Uma América Latina em farrapos soube-se vestir de glória muitas vezes. Suas revoluções animaram milhões de libertárias e libertários.

Uma das páginas que inspirou várias gerações de lutadores foi a Revolução Sandinista. Sua caminhada começou como consequência da ingerência do império norte-americano nascente e da influência ainda importante do decadente império britânico. Foi um campesino, Augusto César Sandino, que reuniu um grupo de patriotas que tinham por finalidade acabar com a intervenção norte-americana em território nicaraguense. Os partidários de Sandino se constituíram em guerrilha, e como tal lutaram contra os invasores entre 1926 e 1933.

Conseguido o objetivo mais importante naquele momento que era a saída das tropas norte-americanas, Sandino aceitou depor as armas e em troca exigiu preservar a soberania do seu país. É nesse momento, e como aconteceu em muitas nações da nossa região, que um grupo de militares faz um acordo com os Estados Unidos e as nascentes oligarquias locais e assassinou o líder camponês. Apareceu no horizonte da jovem Nicarágua o fundador da dinastia Somoza: Anastásio Somoza Garcia. Anastásio deu início a uma saga de exploração, tortura e morte de trabalhadores e estudantes que só terminou quando a Revolução derrocou um dos maiores delinquentes e ditadores da história, Anastásio Somoza Debayle.

A dinastia assassina dos Somoza governou com punho de ferro da década de 30 até os anos 70. Mas, com o auge da Revolução Cubana surge uma nova agrupação guerrilheira para torcer o destino que sangrava a nação. Era fundada a Frente Sandinista de Libertação Nacional. A Frente precisou aguardar até 1979, quando a Nicarágua estava submersa numa guerra civil, para derrocar o último ditador da família Somoza. A Nicarágua, como Honduras, a Guatemala e El Salvador sempre foram chamadas de repúblicas bananeiras a serviço do império. Quando em distintas épocas isso mudou, foram derrocados seus líderes: desde Jacobo Arbenz na Guatemala dos anos 50 até José Manuel Zelaya na Honduras de 2009.

A revolução como tal parece hoje derrotada. Mas é valioso apesar dos seus erros e reconciliações com o império, e da degeneração do processo revolucionário nas mãos de Daniel Ortega e Rosario Murillo, que 41 anos depois do seu triunfo, ainda exista, de alguma maneira, a Revolução Sandinista, que um dia foi marco dos sonhos libertários dos que lutam por Outro Mundo Urgente e Possível.

(Publicado originalmente em http://desacato.info/editorial-41-anos-da-revolucao-sandinista-ou-do-que-resta/ )

quarta-feira, 14 de julho de 2021

CUBA RESISTE * FREI BETO / SP

 CUBA RESISTE!


Frei Betto / SP

 

       Poucos ignoram minha solidariedade à Revolução Cubana. Há 40 anos visito com frequência a Ilha, em função de compromissos de trabalho e convites a eventos. Por longo período  intermediei a retomada do diálogo entre bispos católicos e o governo de Cuba, conforme descrito em meus livros “Fidel e a religião” (Fontanar/Companhia das Letras) e “Paraíso perdido – viagens ao mundo socialista” (Rocco). Atualmente, contratado pela FAO, assessoro o governo cubano na implementação do Plano de Soberania Alimentar e Educação Nutricional. 


       Conheço em detalhes o cotidiano cubano, inclusive as dificuldades enfrentadas pela população, os questionamentos à Revolução, as críticas de intelectuais e artistas do país. Visitei cárceres, conversei com opositores da Revolução, convivi com sacerdotes e leigos cubanos avessos ao socialismo. 

       Quando dizem a mim, um brasileiro, que em Cuba não há democracia, desço da abstração das palavras à realidade. Quantas fotos ou notícias foram ou são vistos sobre cubanos na miséria, mendigos espalhados nas calçadas, crianças abandonadas nas ruas, famílias debaixo de viadutos? Algo semelhante à cracolândia, às milícias, às longas filas de enfermos aguardando anos para serem atendidos num hospital? 


ODE A CUBA

CARLOS PRONZATO / RJ


       Advirto os amigos: se você é rico no Brasil e for viver em Cuba conhecerá o inferno. Ficará impossibilitado de trocar de carro todo ano, comprar roupas de grife, viajar com frequência para férias no exterior. E, sobretudo, não poderá explorar o trabalho alheio, manter seus empregados na ignorância, “orgulhar-se” da Maria, sua cozinheira há 20 anos, e a quem você nega acesso à casa própria, à escolaridade e ao plano de saúde.


       Se você é classe média, prepare-se para conhecer o purgatório. Embora Cuba já não seja uma sociedade estatizada, a burocracia perdura, há que ter paciência nas filas dos mercados, muitos produtos disponíveis neste mês podem não ser encontrados no próximo devido às inconstâncias das importações.


       Se você, porém, é assalariado, pobre, sem-teto ou sem-terra, prepare-se para conhecer o paraíso. A Revolução assegurará seus três direitos humanos fundamentais: alimentação, saúde e educação, além de moradia e trabalho. Pode ser que você tenha muito apetite por não comer o que gosta, mas jamais terá fome. Sua família terá escolaridade e assistência de saúde, incluindo cirurgias complexas, totalmente gratuitas, como dever do Estado e direito do cidadão.


       Nada é mais prostituído do que a linguagem. A celebrada democracia nascida na Grécia tem seus méritos, mas é bom lembrar que, na época, Atenas tinha 20 mil habitantes que viviam do trabalho de 400 mil escravos... O que responderia um desses milhares de servos se indagado sobre as virtudes da democracia?


       Não desejo ao futuro de Cuba o presente do Brasil, da Guatemala, de Honduras e ou mesmo de Porto Rico, colônia estadunidense, à qual é negada independência. Nem desejo que Cuba invada os EUA e ocupe uma área litorânea da Califórnia, como ocorre com Guantánamo, transformada em centro de torturas e cárcere ilegal de supostos terroristas. 


       Democracia, no meu conceito, significa o “Pai nosso” - a autoridade legitimada pela vontade popular -, e o “pão nosso” - a partilha dos frutos da natureza e do trabalho humano. A rotatividade eleitoral não faz, nem assegura uma democracia. O Brasil e a Índia, tidas como democracias, são exemplos gritantes de miséria, pobreza, exclusão, opressão e sofrimento. 

       Só quem conhece a realidade de Cuba anterior a 1959 sabe por que Fidel contou com tanto apoio popular para levar a Revolução à vitória. O país era conhecido pela alcunha de “prostíbulo do Caribe”. A máfia dominava os bancos e o turismo (há vários filmes sobre isso). O principal bairro de Havana, ainda hoje chamado de Vedado, tem esse nome porque, ali, os negros não podiam circular... 


       Os EUA nunca se conformaram por ter perdido Cuba sujeita às suas ambições. Por isso, logo após a vitória dos guerrilheiros de Sierra Maestra, tentaram invadir a Ilha com tropas mercenárias. Foram derrotados em abril de 1961. No ano seguinte, o presidente Kennedy decretou o bloqueio a Cuba, que perdura até hoje. 


       Cuba é uma ilha com poucos recursos. É obrigada a importar mais de 60% dos produtos essenciais ao país. Com o arrocho do bloqueio promovido por Trump (243 novas medidas e, até agora, não removidas por Biden), e a pandemia, que zerou uma das principais fontes de recursos do país, o turismo, a situação interna se agravou. Os cubanos tiveram que apertar os cintos. Então, os insatisfeitos com a Revolução, que gravitam na órbita do “sonho americano”, promoveram os protestos do domingo, 11 de julho – com a “solidária” ajuda da CIA, cujo chefe acaba de fazer um giro pelo Continente, preocupado com o resultado das eleições no Peru e no Chile. 

       Quem melhor pode explicar a atual conjuntura de Cuba é seu presidente, Diaz-Canel: “Começou a perseguição financeira, econômica, comercial e energética. Eles (a Casa Branca) querem que se provoque um surto social interno em Cuba para convocar “missões humanitárias” que se traduzem em invasões e interferências militares.”


       “Temos sido honestos, temos sido transparentes, temos sido claros e, a cada momento, explicamos ao nosso povo as complexidades dos dias atuais. Lembro que há mais de um ano e meio, quando começou o segundo semestre de 2019, tivemos que explicar que estávamos em situação difícil. Os EUA começaram a intensificar uma série de medidas restritivas, endurecimento do bloqueio, perseguições financeiras contra o setor energético, com o objetivo de sufocar nossa economia.  Isso provocaria a desejada eclosão social massiva, para poder apelar à intervenção “humanitária”, que terminaria em intervenções militares”. 


       “Essa situação continuou, depois vieram as 243 medidas (de Trump, para arrochar o bloqueio) que todos conhecemos e, finalmente, decidiu-se incluir Cuba na lista de países patrocinadores do terrorismo. Todas essas restrições levaram o país a cortar imediatamente várias fontes de receita em divisas, como o turismo, as viagens de cubano-americanos ao nosso país e as remessas de dinheiro.  Formou-se um plano para desacreditar as brigadas médicas cubanas e as colaborações solidárias de Cuba, que recebeu uma parte importante de divisas por essa colaboração.”


       “Toda essa situação gerou uma situação de escassez no país, principalmente de alimentos, medicamentos, matérias-primas e insumos para podermos desenvolver nossos processos econômicos e produtivos que, ao mesmo tempo, contribuam para as exportações. Dois elementos importantes são eliminados: a capacidade de exportar e a capacidade de investir recursos.” 


       “Também temos limitações de combustíveis e peças sobressalentes, e tudo isso tem causado um nível de insatisfação, somado a problemas acumulados que temos sido capazes de resolver e que vieram do Período Especial (1990-1995, quando desabou a União Soviética, com grave reflexo na economia cubana). Juntamente com uma feroz campanha mediática de descrédito, como parte da guerra não convencional, que tenta fraturar a unidade entre o partido, o Estado e o povo; e pretende qualificar o governo como insuficiente e incapaz de proporcionar bem-estar ao povo cubano.”

       “O exemplo da Revolução Cubana incomodou muito os EUA durante 60 anos.  Eles aplicaram um bloqueio injusto, criminoso e cruel, agora intensificado na pandemia. Bloqueio e ações restritivas que nunca realizaram contra nenhum outro país, nem contra aqueles que consideram seus principais inimigos. Portanto,  tem sido uma política perversa contra uma pequena ilha que apenas aspira a defender sua independência, sua soberania e construir a sua sociedade com autodeterminação,  segundo princípios que mais de 86% da população têm apoiado.”


       “Em meio a essas condições, surge a pandemia, uma pandemia que afetou não apenas Cuba, mas o mundo inteiro, inclusive os Estados Unidos. Afetou países ricos, e é preciso dizer que diante dessa pandemia nem os Estados Unidos, nem esses países ricos tiveram toda a capacidade de enfrentar seus efeitos. Os pobres foram prejudicados, porque não existem políticas públicas dirigidas ao povo, e há indicadores em relação ao enfrentamento da pandemia com resultados piores que os de Cuba em muitos casos. As taxas de infecção e mortalidade por milhão de habitantes são notavelmente mais altas nos EUA que em Cuba (os EUA registraram 1.724 mortes por milhão, enquanto Cuba está em 47 mortes por milhão). Enquanto os EUA se entrincheiravam no nacionalismo vacinal, a Brigada Henry Reeve, de médicos cubanos, continuou seu trabalho entre os povos mais pobres do mundo (por isso, é claro, merece o Prêmio Nobel da Paz).”

       “Sem a possibilidade de invadir Cuba com êxito, os EUA persistem com um bloqueio rígido. Após a queda da URSS, que proporcionou à ilha meios de contornar o bloqueio, os EUA tentaram aumentar seu controle sobre o país caribenho. De 1992 em diante, a Assembleia Geral da ONU votou esmagadoramente pelo fim desse bloqueio. O governo cubano informou que entre abril de 2019 e março de 2020 Cuba perdeu 5 bilhões de dólares em comércio potencial devido ao bloqueio; nas últimas quase seis décadas, perdeu o equivalente a 144 bilhões de dólares. Agora, o governo estadunidense aprofundou as sanções contra as companhias de navegação que trazem petróleo para a ilha.”


       É essa fragilidade que abre um flanco para as manifestações de descontentamento, sem que o governo tenha colocado tanques e tropas nas ruas. A resiliência do povo cubano, nutrida por exemplos como Martí, Che Guevara e Fidel, tem se demonstrado invencível. E a ela devemos, todos nós, que lutamos por um mundo mais justo, prestar solidariedade.

 

Frei Betto é escritor (freibetto.org). Assine e receba todos os artigos e livros do autor: mhgpal@gmail.com


terça-feira, 6 de julho de 2021

Vargas Llosa y el liberalismo putrefacto * Álvaro García Linera/Bolívia

 *Vargas Llosa y el liberalismo putrefacto* 

 Por Álvaro García Linera/Bolívia

28 de junio de 2021


Todas las cosas envejecen: los organismos vivos, las personas y las ideas. Es la dureza de la segunda ley de la termodinámica. Pero hay maneras dignas de hacerlo, manteniéndose leales a los principios con los que se alcanzó el cenit de la existencia, consciente de los errores y sin arrepentimientos ni transformismos de última hora. Pero hay existencias que se corrompen por elección, que se degeneran por decisión. Son los seres que se revuelcan en la putrefacción del alma arrastrando tras de sí las pestilencias de un destino extraviado.


Este es el patético devenir del político Vargas Llosa de hoy; no de aquel genio literario que hizo méritos propios para entrar en la estantería de las letras universales con “La ciudad y los perros” o “Conversación en la catedral”. Su actual prosa política viene chabacana, llena de monstruosidades ideológicas que mancillan la pulcritud de los ideales conservadores que algún día profesó. Es como si hubiera un empeño deliberado por envilecer a la persona que obtuvo el Premio Nobel y dejar en pie a un decadente político atribulado por pasiones bárbaras.


Vargas Llosa se traga sus otrora enjundiosas convicciones democráticas para apoyar sin decoro a la heredera y encubridora del régimen fujimorista que cerró el Congreso de la Republica, suspendió al poder judicial, ordenó el asalto militar de medios de comunicación del Perú y promovió escuadrones de la muerte con decenas de masacres en su haber. Eso habla de un pervertido drama en el que un reposado liberal muta a un ardiente neofascista. 


Y no es un tema de temperamento débil o convicciones efímeras que quizá, en este caso, hayan ayudado a la elegancia de su prosa. En realidad, Vargas Llosa es un ejemplo, letrado de un desplazamiento emocional de la época.


Respalda groseras maniobras de la derrotada Keiko Fujimori que denuncia “fraude” electoral y anula miles de votos de comunidades indígenas y mantiene un curioso silencio frente al manifiesto de ex jerarcas militares para que las Fuerzas Armadas desconozcan la victoria de Pedro Castillo.  Así se emparenta ideológicamente con Trump que instigó a sus seguidores a tomar violentamente el Congreso de Estados Unidos en enero del 2021; o con el candidato presidencial Carlos Mesa que, al conocer su derrota en noviembre del 2019 contra Evo Morales, convocó a los suyos a incendiar los tribunales electorales bolivianos, incluidos los votos de los ciudadanos. Se trata de actitudes no muy diferentes a la de Bolsonaro que reprocha a las dictaduras brasileñas (1964-1985) el solo haber torturado en vez de haber matado a los izquierdistas; o a la indignidad de Piñera arrugando su pequeña bandera nacional, para mostrarle a Trump que sus colores y estrella cabrían en una esquina de la bandera norteamericana.


Son síntomas del ocaso de un liberalismo político que, en su rechazo a asumir con aplomo el crepúsculo de sus luces, prefiere desnudar sus miserias en la retirada. Antes podía jactarse de su filiación democrática, su tolerancia cultural y conmiseración por los pobres, porque, con independencia del partido político victorioso, los ricos siempre triunfaban en el mundo en el que las alternativas de “mundos posibles” estaban diseñados a su medida.


Ahora el planeta se ha sumergido en una incertidumbre de destino. Las élites dominantes divergen sobre cómo salir del atolladero económico y medioambiental que han provocado, los pobres ya no se culpabilizan de su pobreza, la utopía neoliberal se desvanece y los sacerdotes del libre mercado ya no tienen a sus pies a feligreses a quienes embaucar con redenciones futuras a cambio de complacencias actuales.


Es el tiempo del ocaso del consenso globalista. Ni los de arriba tienen criterios compartidos de hacia dónde ir; ni los de abajo confían en el viejo curso que los de arriba les señalaban. Todos viven un estado de estupor colectivo, de ausencia de futuro factible que desencadena, entre los humillados globales, estallidos de angustia, malestar, enojo y sublevación. Occupy Wall Street, el Movimiento de los Indignados en España, los “chalecos amarillos” de Francia, los levantamientos populares de Chile, Perú y Colombia, las oleadas de progresismos latinoamericanos, son los síntomas de una convulsa de época de ansiedades desatadas que apenas comienza. Nadie de los inconformes sabe con certeza hacia dónde ir, aunque saben con claridad plebeya y callejera lo que ya no pueden soportar. Es la época de un presente que desfallece y de un futuro que no llega ni anuncia su existencia y las viejas creencias dominantes se fisuran, se repliegan para dar paso a la incredulidad radical primero, y luego, a la búsqueda de alguna nueva certidumbre donde enraizar las esperanzas.


Se trata de un caos creador que erosiona las viejas tolerancias morales entre los de “arriba” y los de “abajo” y que, con ello, empuja al consenso neoliberal que agrupó a la sociedad a replegarse. La calle y el voto, ya no los medios de comunicación ni los gobiernos, son ahora los espacios de la gramática donde se escribirá el nuevo estado de animo popular.  La democracia se revitaliza desde abajo, pero paradójicamente por ello, se ha convertido en un medio peligroso para los ideólogos neoliberales que fueron demócratas en tanto el voto no pusiera en riesgo el consenso privatizador y de libre mercado. Pero, ahora que la calle y el voto impugnan la validez de este único destino, la democracia se presenta como un estorbo y hasta un peligro para la vigencia del neoliberalismo crepuscular.


Las denuncias de fraude que se extiende por las Américas, y que seguramente se harán presentes en Europa, no son sólo el aullido de guerra de los derrotados. Son la desesperada consigna de las ahora minorías neoliberales, para atacar sistemáticamente la institucionalidad democrática y la legitimidad del voto como modo de elección de gobernantes. El golpe de Estado tiende a instalarse como una opción factible en el repertorio político conservador.  Y todo ello lo hace cabalgando un lenguaje enfurecido que aplasta en su galope cualquier respeto por la tolerancia y el pluralismo. Enarbolan sin reparos el supremasismo racial contra indígenas y migrantes por igual.  Desprecian el inconformismo plebeyo al que califican de expresiones de “hordas salvajes”, “ignorantes” “alienígenas” o “terroristas”. Y en un anacronismo risible, desempolvan la fraseología “anticomunista” para encubrir con miedos atávicos el disciplinamiento violento de los pobres, las mujeres y los izquierdistas. El neoliberalismo va degenerando en un acomplejado neo fascismo.


Estamos ante la descomposición del neoliberalismo político que, en su fase de ocaso y perdida de hegemonía, exacerba toda su carga violenta y está dispuesto a pactar con el diablo, con todos las fuerzas tenebrosas, racistas y antidemocráticas, para defender un proyecto ya malogrado. El consenso universalista del que se jactaba el neoliberalismo en los años 90s, ha dado lugar al odio enfeudado de una ideología de outlet. Y, como lo demuestra el último Vargas Llosa, la narración de esta putrefacción cultural es un bodrio literario carente de la épica de las derrotas dignas.  


 *[Columna de opinión reproducida con permiso de ElDiarioAr]* 


FUENTE: Wayka.pe