sábado, 13 de junho de 2020

SÍNDROME DE VIETNAM CARIBEÑO * Jose Ariza - Colômbia

“SINDROME DE VIETNAM” CARIBEÑO


JOSE ARIZA - Colômbia
Recordar con satisfacción las imágenes, colgadas en internet, del día 30 de Abril de 1975 en que EEUU decide huir apresuradamente de Vietnam ante la caída inminente de Saigón, ver como lanzan por la borda de los portaviones cientos de helicópteros de ultima generación para que no puedan ser usados por los rebeldes del Vietcong, ver la fila de funcionarios gringos y colaboradores vendepatria subiéndose desesperados al ultimo helicóptero desde la terraza de la embajada abandonada de los invasores, incluso algunos colgados que se caían al vacío, las imágenes de la población civil que salía a aplaudir y abrazar a los “guerreros de los pies descalzos” que vencían a la mayor potencia militar, ver las marchas multitudinarias en varias ciudades norteamericanas que celebraban jubilosas la derrota de su ejercito asesino que condeno a miles y miles de adolecentes que murieron sin entender porque estaban allá y que merma la satisfacción por el tamaño de la tragedia humanitaria para mas de 100 mil jóvenes y sus familias, como carne de cañón de un imperio que mato cruelmente a mas de 5 millones de vietnamitas, muchos de ellos niños, mujeres, ancianos, enfermos, como simboliza la famosa foto de los niños bañados en napalm.

El “síndrome de Vietnam”, el miedo a involucrarse nuevamente en una “Creep missión” seguirá persiguiendo las oscuras misiones militares gringas contra los pueblos, y pareciera que ahora se repite ese escenario : el reciente y rotundo fracaso de la invasión paramilitar iniciada en Barranquilla y la Guajira colombiana, financiada con cientos de millones de dólares robados al patrimonio venezolano por la ampliada banda multinacional de “los rastrojos”, donde están Guaidog, Uribe, Duque, Moreno, Bolsonaro, etc., porque no hay mejor nombre que los describa, arrastrados ante la agenda del imperialismo fascista,  según el diccionario, basura inservible arrastrada que debe ser recogida antes de la nueva siembra.

Es gratificante ver otra vez a la sociedad norteamericana indignada retando un orden antisocial hipócrita y mantenido por los medios de manipulación de la opinión pública, similar a los enormes movilizaciones de la década del 60 y 70 cuando surgió el maravilloso movimiento contracultural Hippie que propino una gran derrota simbólica y mediática al pentágono, una de las principales causas de la derrota del imperialismo en Vietnam, que lamentablemente fue absorbida por el consumismo capitalista mediante su trivialización e instrumentalización funcional, ante el fracaso de su campaña de desprestigio inicial, igual que lo han hecho con la figura del Che, los Black Panthers o las medicinas ancestrales y sus plantas sagradas como el Cannabis, entre otros muchos, iniciando además una cruzada de creación de sectas evangélicas y seudoreligiosas desde 1963 con el famoso CIDOC en Nueva York financiado por el gobierno norteamericano y como arma de guerra religiosa para el control social elitista de las grandes mayorías.

El escenario de derrotas actuales de Trump, no significa que el imperialismo, que va mucho más allá de Trump y EEUU, sea derrotado, no significa que desistan de seguir atentando contra los pueblos para imponer su hegemonía supremacista blanca, incluso, como lo vemos ahora, contra el propio pueblo norteamericano, solo que ahora se presenta una nueva correlación de fuerzas mundial que no están dispuestos a seguirle permitiendo tanta impunidad, ya China, Rusia, Corea del Norte e Irán, todas potencias nucleares,  han enviado mensajes claros a la prepotencia fascista que gobierna EEUU, no solo eso, están desafiando sus ladridos, pues los 5 buques petroleros iraníes que pasaron delante de la IV flota y su bloqueo naval, fueron una derrota simbólica tan importante como la derrota de Vietnam, solo que sin disparar una sola bala, significo demostrar que la solidaridad es más fuerte que la amenaza, que las armas poco pueden contra las convicciones profundas, como poco pudieron para desarmar la gloriosa revolución cubana aun a pesar de otro bloqueo naval allá en 1962 y que provoco la crisis de los misiles y el inicio de la guerra fría.


El capitalismo está herido de muerte y la mafia corporativa imperialista del FMI pretende que sean los pueblos los que lo levanten sobre su lomo, todos los derechos alcanzados por la sangre obrera les estorban, necesitan garantizar un modelo de esclavismo que permita garantizar sus privilegios, cuentan con todas las armas desarrolladas en la posguerra: los medios de manipulación masiva, la religión, la estructura jurídica local e internacional, la guerra simbólica y emocional, la dinámica política lacaya territorial enemiga de sus pueblos, los ejércitos y policías adoctrinados por israelíes, gringos, etc., como tropas de ocupación al servicio de intereses imperialistas, etc.

Esta pandemia ha desnudado al neoliberalismo y sus falsas promesas al abandonar a los más vulnerables a su suerte, es una gran oportunidad para crear conciencia en las mayorías sobre la realidad de este sistema que nos pone la pata en el cuello, pero la desesperación siempre juega en contra de sus víctimas, si no logramos encauzar el descontento popular y evitar que caiga en anarquía que justifique la militarización de toda la sociedad, que es la apuesta de todas las fuerzas antidemocráticas y guerreristas para desconocer los acuerdos sociales de convivencia, las constituciones de las repúblicas, para aplicar mano dura a petición de los mismos ciudadanos que se sientan amenazados por este inestable ambiente anárquico desbordado, funcionalizado por los medios, permitiendo la aparición de “lideres” autoritarios “religiosos” como sucedió en la Bolivia de Camacho y Añez, en la Colombia uribista, en la Alemania de Hitler, etc.

Nos quieren arrinconar hacia el militarismo, quieren regresarnos a las criminales dictaduras que padecimos en las décadas del 60-80, quieren convencernos que estamos condenados a seguir siendo esclavos y exportadores de materias primas, a regalarles nuestros patrimonios, a aceptar su humillación supremacista blanca, que nada podemos contra sus poderes casi divinos, casi todas las sectas vienen de los asesinos de Israel o EEUU, tanto nos menosprecian y nos manipulan tan fácilmente, pero también es el momento crucial de los pueblos, de la conciencia planetaria, del despertar sin miedo, de replantear todo y asumir nuestras responsabilidades y nuestros derechos plenos, de no seguir soportando, de exigir que nos quiten la pata del cuello los abusadores de siempre, ya algunos pueblos hermanos están demostrando cual es el camino: Venezuela, Cuba, China, Rusia, Irán, desafiando a la bestia imperialista y venciéndola, debemos seguir venciendo, de eso depende nuestro futuro, de eso depende que este mundo realmente sea uno mejor posible de convivencia pacífica equitativa con todos los seres, debemos seguir venciendo, los pueblos, los humildes venceremos. 

Jose Ariza, 

Red de Solidaridad entre los pueblos, Red de Psicólogos Nuestroamericanos, Comité del Pueblo en resistencia, BRICS Ecuador, Colombianos por la Paz Internacional.
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Nasce preocupado com os caminhos do proletariado em geral, porém, especialmente, com o brasileiro