quinta-feira, 17 de junho de 2021

¿DÓNDE ESTÁN LOS TERRORISTAS? * Felson Yajure

 ¿DÓNDE ESTÁN LOS TERRORISTAS?

EL TERRORISMO LO INICIÓ LA OLIGARQUÍA MUNDIAL DESDE EUROPA

Por Felson Yajure (11/06/2021)


Latinoamérica, África y Asia fueron víctimas que sufrieron el genocidio de la oligarquía mundial desde europa.  La invasión europea de América, al final del por nosotros llamado siglo XV (1492), fue eso, una invasión genocida que la tan educada oligarquía mundial europea, que desde ese entonces trata de ocultar o al menos disimular, es un punto de vista que si lo aceptamos nos desarma para comprender lo que ha pasado desde entonces hasta ahora.  Estos datos fueron sacados hace años de un estudio en internet, de donde es posible ya los hayan borrado, tratando de borrar  o tergiversar la historia que cuentas sus medios de tergiversación y propaganda. Tan sólo en América, se calcula más de 100 millones fueron víctimas del genocidio europeo, sin dar motivo, sólo por el afán de riqueza, sin parangón hasta la actualidad. Fueron tantos los crímenes, que el afamado Bartolomé de las Casas (1484-1566), quien vino a América en busca de fortuna, fue inducido a hacerse integrante de la iglesia por las atrocidades que presenció, escribió en un breve reporte de la destrucción de las indias: “Una vez vinieron los indios a nuestro encuentro y a recibirnos con víveres y delicada alegría y con toda diversión, a diez leguas de una gran ciudad, y llegando al lugar nos obsequiaron con gran cantidad de pescado y de pan. y otras carnes, junto con todo lo que pudieron hacer por nosotros al máximo". Los conquistadores pasaron a espada a todos “sin causa alguna”, más de “tres mil almas, que fueron puestas ante nosotros, hombres, mujeres y niños”, cometiendo “grandes crueldades que jamás ningún hombre viviente tendrá ni verá”. Penetraron en el país y no perdonaron ni a los niños ni a los ancianos, ni a las mujeres embarazadas, ni a los en trabajo infantil, todos los cuales atravesaron el cuerpo y laceraron. Arrancaron a los bebés del pecho de sus madres por los pies y estrellaron sus cabezas contra las rocas. Hicieron una horca lo suficientemente alta como para que los pies casi tocaran el suelo, y a los trece, en honor y reverencia a nuestro Redentor y a los doce Apóstoles, pusieron leña debajo y quemaron vivos a los indios. Todo, como ahora, lo hacían por la paz (de los sepulcros), y en nombre del Señor, cuando no, por los pueblos, la libertad, la justicia y la democracia.


Todo esto lo hizo “el civilizado imperio europeo cuyos descendientes claman tanto por los Derechos Humanos de sus actuales representantes”, confirmando que la historia la escriben los vencedores, y no es más que, su intento de justificación de los hechos. De Las Casas, escribiendo ya como obispo de Chiapas, estimó que solo en el Caribe sus compatriotas habían matado a unos 15 millones de indios. Por otro lado, los representantes del siempre alcahueta sanedrín, en este caso, los jerarcas de la Iglesia Anglicana, así como las autoridades británicas miraron para otro lado mientras los colonos en Australia cazaban a los aborígenes como animales, envenenaban su comida y agua, violaban a sus mujeres y atacaban salvajemente a sus hijos. Esas políticas apuntaban abiertamente a eliminar a los aborígenes como grupo cultural, “la definición legal de genocidio”, que siempre han practicado la oligarquía mundial y/o sus esbirros. La trata de esclavos comenzó con las primeras exploraciones portuguesas por la costa africana en el siglo XIV y continuó hasta el XIX, es decir, la inicio el imperialismo de esa época y la continuaron sus herederos históricos. Para cuando terminó, los esclavistas habían secuestrado a un estimado de 25 a 35 millones de africanos a través del Atlántico y matado a un número igual durante la captura y transporte. Sólo a manera de ejemplo. La civilizada Bélgica (Bruselas es la sede de “comunidad europea”) impuso cuotas de recolección de caucho silvestre para cada aldea y castigaba los objetivos no cumplidos cortándoles los brazos a los trabajadores. Se pidió a los supervisores que trajeran cestas de miembros para demostrar que estaban implementando la política de manera rigurosa. En Kenia, los británicos expulsaron a los kikuyus de las mejores tierras agrícolas del país, empujando a más de un millón de personas a una pobreza duradera. Un movimiento para reclamar la tierra en la década de 1950 resultó en un segundo desplazamiento cuando el régimen colonial persiguió, torturó y mató a más de 100,000 "terroristas Mau Mau".  En India, la primera de las “hambrunas provocadas por el hombre” bajo el dominio británico ocurrió en la década posterior a la caída de Nawab Siraj ud Dowlah en 1757 en Bengala; mató a siete millones de personas, un tercio de la población. La última hambruna que crearon los británicos, también en Bengala, ocurrió en 1942-1943; asesinó entre 3 y 4 millones. En total, el total de esas muertes se ha estimado en varios cientos de millones; el Gandhian Dharampal calculó el número total de muertes indias por todas las causas bajo el dominio británico en 500 millones de seres humanos.


Todas las oligarquías que dominan las naciones europeas -antes de pasar sus intereses al imperialismo anglo-sionista-, a su vez, mantuvieron firmemente, casi hasta el final de la supremacía occidental en Asia, el principio de que las doctrinas del derecho internacional no se aplicaban fuera de Europa, que lo que sería barbarie en Londres o París es una conducta civilizada en el llamado por ellos tercer mundo, y que las naciones europeas no tenían obligaciones morales en el trato con los pueblos asiáticos, era parte del credo aceptado de las relaciones de Europa con Asia, sostenido por su versión de la historia, y que ha heredado el imperialismo anglo-sionista."


Como puede verse, no tiene nada de extraño, el origen es histórico. El terrorismo  no es nada nuevo, es un arma que desde hace muchísimos años vienen usando las potencias económicas del globo, la oligarquía mundial y sus gobiernos esbirros, que la aparición del terrorismo como el de Al qaeda, Daesh y otros, incluyendo los narco-paramilitares colombianos, y demás fuerzas golpistas de la región, no son más que engendros creados por la oligarquía mundial y sus trasnacionales, para servir a los intereses de esas élites. Actualmente, el terrorismo europeo ejerce su dominio a través del terrorismo norteamericano y el sionismo, representado por el gobierno de los estados unidos, sus aliados del gobierno de inglaterra e israel, no hay fronteras, la aparente separación es sólo una estrategia de distracción. Privilegios son privilegios, y ninguna clase social los cede gratuita o espontáneamente.  Así ha sido, desde el origen de las clases sociales, y así seguirá siendo, mientras sean las minorías privilegiadas las que gobiernen en el mundo y los pueblos no tomen conciencia de cómo es la cosa, se organicen y construyan sus propios órganos de gobierno, su propia democracia, coordinándose y haciendo alianzas nacionales e internacionales, para que a través de su fuerza organizada imposibiliten que una minoría se haga con el poder político de ese país. Confío en los pueblos, y ahí está el Perú, donde buscando cambios, en sus más recientes elecciones presidenciales, el organismo electoral “ONPE”, le da una pequeña ventaja al que ellos consideran su candidato anti-sistema, y el pueblo sin esperar más, sale a las calles a defender su triunfo. Y que se preparen, más allá de ese triunfo, ya estarán planeando comprar al candidato o organizar el Golpe de Estado, eso está en veremos, intentarán de todo. Esos caminos son largos y difíciles, pero la pelea es peleando “con el cuchillo entre los dientes”, decía Jorge Rodríguez (padre), y Martí “Con los pobres de la tierra, quiero yo mi suerte echar”.


Acaso este proceso no ha valido la pena, a pesar que desde el inicio el miquilenismo lo hegemonizó. Claro que sí que ha valido la pena. Es mucho lo que se ha avanzado, particularmente en el indispensable vínculo con el Pueblo, eso perdurará para cuando se hagan correcciones. Aunque a veces no se vea a primera vista, los pueblos avanzan, se acabó con el analfabetismo, se creó Barrio Adentro, Universidades y demás, pasaron años. Y como prueba, en lo internacional, ahora vemos el logro del pueblo chileno, es decir, el proceso con Allende, visto tácticamente fue fallido, pero ahora vemos logros, lo cual en absoluto quiere decir, que haya que fallar a propósito, lo que quiere decir, es que ninguna experiencia pasa en vano, una vez ya pasada, y si se logran las victorias sin esos sacrificios, mejor aún. También vemos el proceso Boliviano y el Peruano. Por eso, apoyar todo proceso progresista es una táctica obligada. ¿Durante cuánto tiempo?, las circunstancias lo dirán, eso de adivinar es arto difícil, sobre todo el futuro. La táctica la impondrán las circunstancias inmediatas (muchas veces será obligado y con el paño en la nariz) y la estrategia, la impondrán las circunstancias mediatas o de más largo plazo. Baste por lo pronto señalar al enemigo principal: La oligarquía mundial (principalmente la corporativa y sus esbirros y genocidas gobiernos imperialistas del anglo-sionismo) y la derecha fascista que le es servil.  Cuando con la Corriente verdaderamente revolucionaria al frente, el Pueblo haya logrado desarrollar y consolidar el Poder Popular (esta será la acción o eslabón  que como tarea principal, deberá mantener toda la cadena unida), denunciando a la pequeña-burguesía por su inconsecuencia, y transmutando cantidad en calidad, hegemonizará la toma del cielo por asalto, es decir, el capitalismo usa la ideología pequeño-burguesa, como su bastión o reducto para continuar sosteniendo sus privilegios, manipular logrando que elijan sus candidatos. Siempre preferirán destruir un país que entregar el poder, lo han demostrado en todo el planeta.                                               


Los Pueblos vencerán, y la llamada historia se confirmará, sólo como la prehistoria de la Humanidad.


                                                                                                                     felsonyajure@yahoo.es

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Nasce preocupado com os caminhos do proletariado em geral, porém, especialmente, com o brasileiro